El vínculo del bitcoin con el medio ambiente es más fuerte de lo que muchas personas piensan, incluso ha sido el mecanismo de defensa más utilizado por los detractores de esta divisa virtual, pues sostienen que el gasto eléctrico para mantener la red y extraer las nuevas ‘monedas’ es excesiva, mientras otros argumentan que su uso representa una ventaja ecológica. Pero, ¿quién tiene la razón? ¡Vamos a averiguarlo!
El bitcoin y el consumo de energía
Quienes están contraposición del bitcoin basan sus argumentos en que esta moneda es poco ecológica, ya que amerita de una red de mineros y nodos que generan un gasto considerable de energía eléctrica.
La verdad es que el consumo de electricidad para fabricar bitcoins es incuestionable, solo basta con ver a un minero de media potencia en acción, que tanto por el calor que emana de los aparatos como por el ruido generado por los ventiladores, no se puede negar que la minería requiere de grandes cantidades de energía.
El bitcoin y la reducción de billetes
De acuerdo a la Asociación Española de Fabricantes (ASPAPEL), en el año 2011, cada ciudadano español utilizó alrededor de 136 kilogramos de papel en más de 300 usos distintos.
Ahora bien, para que cada árbol este apto para talarlo se necesitan 12 años, esto denota que se requiere de bastante tiempo para que se puedan reponer los árboles cortados en la naturaleza, teniendo en cuenta que éstos son necesarios para disminuir el efecto de los gases invernaderos producidos por el calentamiento global.
En este sentido, el bitcoin es una forma de reducir el uso de papel moneda, ya que las transacciones u operaciones se efectúan de forma virtual, de manera que está fungiendo como un nuevo modelo de negocios que cada vez cobra más fuerza a nivel mundial, considerando que es una divisa que se puede perfeccionar para respetar el medio ambiente, dado a que disminuiría la tala de árboles.
Dos ideales distintos acerca del bitcoin: ¿quién tiene la razón?
Ante el consumo alto de energía, los expertos sostienen que si un día se llega a un nivel de consumo no sostenible, es posible realizarse un cambio en el algoritmo del bitcoin, pues si el 51% de la red acepta la propuesta, esta moneda podría producir transformaciones más radicales en el mercado.
Finalmente, ¿es un arma de doble filo el uso del bitcoin para el medioambiente? Lo cierto es que supone más ventajas que desventajas tanto en la simplificación de las operaciones, como en la preservación de la naturaleza. Sin embargo, es un tema que se debe estudiar más a fondo.
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